• 4 tazas de leche
• 3 yemas de huevo batidas
• 1 1/2 tazas de sémola
• 1/3 de taza de mantequilla en trocitos
• Nuez moscada molida o rallada al gusto
• Sal y pimienta negra recién molida al gusto
• 1/3 de taza de queso parmesano fresco rallado

• Poner la leche en una cacerola gruesa y grande. Calentarla sin que llegue a hervir.
• Mezclar tres cucharadas de esa leche con las yemas y dejar aparte.
• Espolvorear poco a poco la sémola en la leche caliente, añadir la mitad de la mantequilla y sazonar al gusto con sal, pimienta y nuez moscada. Cocinar a fuego medio, revolviendo constantemente hasta que se forme una pasta.
• Retirar del fuego, revolver la pasta con dos cucharadas de queso parmesano y luego agregar las yemas disueltas en leche. Batir todo hasta que la pasta esté lista y pasarla a un plato hondo y grande, de modo que quede de un centímetro de gruesa. Dejar enfriar.
• Cortar los ñoquis con un cortador de galleta de cuatro centímetros de diámetro y acomodarlos en una bandeja refractaria para horno. Derretir la mantequilla restante, verterla sobre los ñoquis y rociarlas con queso parmesano. Hornear a 200 °C por 15 minutos o hasta que estén dorados.
• Servir caliente con más queso.

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